La bestia humana(los asesinos también mueren) | 1957 | La bestia humana (La Bête humaine)
DURACIÓN: 107 min.
PAÍS: Argentina
DIRECTOR: Daniel Tinayre
GUIÓN: Eduardo Borrás (Novela: Émile Zola)
MÚSICA: Víctor Slister
FOTOGRAFÍA: Alberto Etchebehere
REPARTO: Roberto Escalada, Massimo Girotti, Ana María Lynch, Eduardo Cuitiño, Alberto de Mendoza, Elisa Galvé, Guillermo Battaglia, Amalia Sánchez Ariño
PRODUCTORA: Daniel Tinayre
GÉNERO: Drama. Cine negro. Thriller | Trenes. Crimen. Drama psicológico | Cine clásico Argentino
Pedro es un ferroviario que padece una extraña compulsión. Cada vez que se siente atraído sexualmente por una mujer, afloran en él instintos asesinos. Un día conoce a una mujer particularmente conflictiva por la que siente una fatal atracción, lo cual no parece prometer un desenlace feliz. (FILMAFFINITY)
Un jefe de estación, esposo de una hermosa mujer, recibe un anónimo que desvela que ésta es la protegida de un hombre rico. Furioso lo mata obligándola a estar allí de forma que si la policía le coge ella aparezca como cómplice. Cuando tras el crimen se dan cuenta de que ella ha perdido una pulsera vuelven, haciéndose él cargo de las primeras órdenes, pero la pulsera ya ha sido advertida y recogida por un maquinista, aunque no la entrega. Pronto la mujer y él (que resulta que tiene pulsiones asesinas cuando está íntimamente con una mujer) inician una relación en la que la mujer pretenderá que su nuevo amante la libre de su marido. Al mismo tiempo también tiene un asunto con el secretario del asesinado que posee cartas que podrían dirigir a la policía hacia ella, y a media película descubrimos que ha sido este secretario quien escribió el anónimo que lo desencadenó todo.
La más dura de las versiones sobre la novela de Emile Zola (tras una primera titulada también La bestia humana, por Jean Renoir y otra, la más “endulzada” titulada Deseos humanos de Fritz Lang, siendo la progresión de más “light” a más fuerte: Lang-Renoir-Tinayre). Si la mujer en la versión de Lang se comportaba perversamente empujada por las circunstancias, en la de Renoir era más una mujer fatal, pero aún habían sido las circunstancias las que la llevaron a serlo, en cambio aquí la tía es un zorrón verbenero que usa a varios hombres a la vez y que antes del comienzo de la peli ya era una mantenida. Si el maquinista en la versión de Lang es simplemente un buen tipo a pesar de estar a punto de cometer un asesinato, en la de Renoir tiene ataques como de epilepsia en los que puede matar a una mujer sin darse cuenta, pero aquí está realmente obsesionado por la idea de matar. Sólo en esta película llega a pelearse (no verbalmente, a bofetadas) con su compañero fogonero. El cínico secretario que envía un anónimo por odio y que usa las cartas para obligar a la mujer (que tampoco necesita que la azucen demasiado) a acostarse con él sólo aparece aquí, así como el avispado policía que todo lo resuelve. La otra chica (hija del compañero en un caso, hija de su madrina en los otros dos), no estando nunca en peligro en la versión de Lang, está a punto de ser víctima del prota en la de Renoir y viviendo similar situación en la de Tinayre al principio de la peli, tiene hacia el final un mal desenlace. Y como remate de esta peli, su final, que por momentos se teme aún más excesivamente dramático.
IDIOMA: Español (argentino)